La Calesita fue instalada en el año 1943, y según describe un artículo del diario La Nación, los motivos pampeanos y coloniales de la misma, estaban inspirados en las imágenes de Buenos Aires pintadas por Emeric Essex Vidal.
La cubierta de la calesita originalmente era de juncos hasta que por el año 1952 fue reemplazada por un techo de chapa. Estas características, sumadas a la particularidad del mástil y su estructura, la distinguieron como única en el país, sumando a ello la particularidad de ser construída por la Municipalidad de Buenos Aires, de carácter gratuito y propiedad de la Ciudad.
HISTORIA DE DESIDIA, DESINTERÉS Y ABANDONO
A finales de la década del setenta, la calesita histórica del Parque Gral. Paz fue quedando abandonada. Poco a poco las figuras que tenía fueron desapareciendo, hasta quedar solamente la estructura. También fueron robadas del Parque Gral. Paz dos esculturas de mármol blanco, de las que aún quedan los pedestales. El lugar fue llenándose de roedores y basura. Todo este espacio verde fue dejado de lado por la administración municipal de aquel entonces. El molino que pertenecía a la chacra de Saavedra, es otro símbolo de la decadencia, como asimismo el lago, que por falta de mantenimiento se ha resquebrajado en su estructura.
Con la formación de la Asociación Vecinal algunos de sus miembros comienzan a interesarse por la situación de la Calesita y empieza un peregrinaje por distintas oficinas del Gobierno Municipal, con poco éxito.
Pero la insistencia puede mucho más. Durante el Gobierno Municipal del Dr. De la Rua, avanzan conversaciones con funcionarios para poner en funcionamiento la calesita. Se elabora una propuesta conjunta entre la Asociación y el Municipio. La Asociación se encargaría de la puesta en valor de la estructura, debía rehacer el techo de chapas, construir el biombo que albergaría el motor, los trabajos de mampostería del biombo deberían respetar las características edilicias del museo, puerta y ventanas de madera con rejas, pintando toda su estructura y techo. Esto fue realizado por la Asociación con el aporte de los vecinos y socios.
El Gobierno Municipal, por su parte se encargaría del armado de las figuras y poner en funcionamiento la calesita, con personal a su cargo.
Nunca cumplió con el compromiso asumido, jamás aparecieron las figuras ni el personal para hacerla funcionar.
Los funcionarios cambian, los presupuestos no alcanzan y la Asociación siguió enviando notas, haciendo entrevistas y recibiendo promesas. Mientras tanto la calesita volvió a su estado de abandono, comenzaron a ensuciar sus paredes con grafitis, destruyeron la puerta del biombo y la intrusaron.
Todas estas secuencias se hallan documentadas, en fotografías de las distintas épocas. La Asociación continúa insistiendo con gestiones y recibiendo a cambio falsas promesas hasta que, el 6 de abril de este año, se presentan en el Parque Gral. Paz, un grupo de personas pertenecientes al Gobierno de la Ciudad y comienzan a TIRAR ABAJO todo lo construído por la Asociación. Puestos en alerta por los ecomóviles, un miembro de la Asociación entrevista al personal municipal. Éstos le informan que tienen orden de quitar la calesita original y que luego, por el Programa “Calesitas de Buenos Aires” colocarán una nueva.
El miembro de la Comisión solicita hablar con el responsable del grupo de empleados que realizaba la tarea, lo comunican telefónicamente con “alguien” que al escuchar el tono de protesta, solo atina a informar que ha recibido esas órdenes, y que cesarán la tarea que estaban llevando a cabo. Luego de varias consultas con distintos funcionarios del Ministerio de Cultura, nos informan que ha habido una confusión, que no había que desguazar la calesita, ya que la misma estaba en el “Programa de Rehabilitación y Puesta en Valor”, de acuerdo a lo solicitado por nuestra Asociación, por otros vecinos que frecuentan el parque y por el Sr. Alberto Piñeiro, Director del Museo Cornelio Saavedra.
A esta altura de los acontecimientos lo único que quedaba en pie de la calesita era el mástil.
A partir de esta nueva realidad la Dirección General de Patrimonio e Instituto Histórico, se hace cargo de la reconstrucción, quedando como responsable de la obra la Arquitecta Graciela Aguilar.
Conclusión: se destruyó un patrimonio que se podía haber acondicionado y han tenido que volver a construirlo para poner en funcionamiento “LA CALESITA DEL BICENTENARIO”.
Esta pequeña reseña es sólo una muestra de las acciones que nuestra Asociación lleva a cabo, y las dificultades y escollos que se presentan en nuestro camino.
AHORA PASEMOS A LO MAS GRATO, Y ES QUE NUESTROS HIJOS, NIETOS, SOBRINOS, Y TODO AQUEL NIÑO QUE VISITE NUESTROS PARQUES PUEDA DISFRUTAR DE UNA CALESITA ÚNICA POR SU ESTILO Y POR SU HISTORIA. QUE ASI SEA.